En nuestro mundo impulsado por la tecnología, los dispositivos electrónicos son omnipresentes, desde teléfonos inteligentes hasta potentes computadoras para juegos. Sin embargo, a medida que estos dispositivos funcionan, generan calor debido a la resistencia eléctrica y la pérdida de energía. Este calor, si no se gestiona adecuadamente, puede provocar sobrecalentamiento, reducción del rendimiento y